Personalidad, La. La personalidad la forma el conjunto de acciones que realizamos en los tres mundos: físico, astral y mental. El hombre no es la personalidad, pero cuando se manifiesta a través de sus cuerpos inferiores, ésta la personalidad se manifiesta. Así como el hombre piensa, siente y hace físicamente, así es la personalidad del hombre. Luego cuando hablamos de la personalidad del hombre nos estamos refiriendo a la actividad de sus cuerpos inferiores. Cuando en los estudios esotéricos se hace referencia al "EQUIPO" del hombre, se refiere a la cualidad y al desarrollo por parte del Alma de los cuerpos inferiores, de tal suerte, que así será el potencial que dispone el hombre para desarrollarse y evolucionar en la vida terrestre. Como es fácil observar, no todos disponen de un mismo "equipo" para hacer frente a las mismas circunstancias que la vida nos plantea. Cuanto mejor estemos equipados, así mejor será la respuesta que demos. La personalidad por sí misma es incapaz de avanzar en la vida ocultista, es incapaz de valerse en los mundos superiores o es incapaz de percibir la Verdad Original, sin embargo es intrínsicamente necesaria para la evolución del hombre, ya que sin ella nuestro espíritu no podría influir y manifestar su gloria en los mundos o planos inferiores de la creación, objeto indispensable del Plan Divino.
Pitri. Los antecesores o creadores de la humanidad. Son de siete clases, tres de las cuales son incorporeas (arûpa), y cuatro corporeas. Se dice que fueron creados del costado de Brahma. Según la filosofía esotérica los Pitris no son los antecesores de los actuales hombres vivientes, sino los de la especie humana o de las razas adánicas; los espíritus de razas humanas, que en la gran escala de la evolución descendente precedieron a nuestras razas de hombres, y fueron físicamente, lo mismo que espiritualmente, muy superiores a nuestros modernos pigmeos. En el Mânava–Dharma–Zâstra se les da el nombre de Antecesores lunares. La Doctrina Secreta ha explicado ahora lo que cautelosamente se habia adelantado en los primeros libros teosoficos. Durante el manvantara lunar, la evolución produjo siete clases de seres, denominados Pitris o "Padres", por la razón de que engendraron los seres del manvantara terrestre. Estos seres son los antecesores de la humanidad actual. Así, pues, los Pitris (Padres, Antecesores, Divinidades, espíritus o regentes lunares) son Monadas, que habiendo terminado su ciclo de vida en la Cadena lunar, inferior a la terrestre, se encarnan en nuestro planeta y pasan a ser hombres en realidad. Esotericamente, los Asuras constituyen las tres primeras clases de Pitris, "nacidos en el cuerpo de la Noche", mientras que las otras cuatro fueron producidas del "Cuerpo de la Aurora". La filosofía esotérica declara que las calificaciones originales son debidas a la diferencia que existe entre las naturalezas de ambas clases: los Agnichvâtta–Pitris estan desprovistos de "fuego", esto es, de pasión creadora, porque son demasiado divinos y puros; en tanto que los Barhichad–Pitris, por ser los Espiritus lunares más estrechamente ligados con la Tierra, vinieron a ser los Prajâpatis inferiores; los Elohim "creadores" de la forma o del Adam de polvo, esto es, del hombre físico (nuestro cuerpo) y sus principios inferiores; mientras que los Pitris más elevados (los Pitris de los Devas, Mânasa–Dhyânis o Agnichvâtta–Pitris), verdaderas divinidades solares representantes de la evolución intelectual, son los formadores del hombre interno, dándole la inteligencia y la conciencia sin tomar parte alguna en la creación física del hombre.