Astral, el Plano. Es el Sexto Gran Plano del Sistema Solar. Es el inmediato superior al plano físico, en el cual todos las noches nos sumergimos mediante el sueño de una forma incosciente. El discípulo entrenado penetra en este plano conscientemente y trabaja en él. En este nivel el mundo astral aparece muy diferente al mundo físico, la materia es mucho más sutil que la etérica, y dotada de una especial vitalidad y movilidad. La materia de este plano es mucho más sutil que la etérica, y dotada de una especial vitalidad y movilidad. Existe aquí una LUMINOSIDAD DIFUSA que no procede de ninguna dirección determinada, siendo la propia materia astral luminosa de por sí. La materia del PLANO ASTRAL actúa como transmisora de los impulsos emocionales, como el SENTIMIENTO, la percepción del placer y el dolor, del agrado y el desagrado, así, como de los DESEOS, las aspiraciones, el AMOR, el odio, y todo tipo de emoción. Esa es la razón por la cual al Plano Astral también se la conoce como el Plano Emocional o de Deseos. El Plano Astral está subdividido a su vez en SIETE niveles diferentes, con muchas diferencias entre los inferiores y los superiores. Los más inferiores son subplanos de sufrimiento y ―pesadillas‖ como si fuera un infierno, mientras que los subplanos superiores son más espirituales o celestiales. Los Habitantes del plano astral son de muy diversas formas. Están los humanos desencarnados, o los humanos que salen en astral o están dormidos; seres astrales no humanos; entidades dévicas o angélicas y elementales; formas mentales creadas por los hombres, etc. Sin embargo para los ADEPTOS o los discípulos espiritualmente desarrollados, rara vez suelen tener como meta actuar en los mundos astrales, ya que su atención va más bien dirigida hacia el Plano MENTAL, donde hay mayor claridad y exactitud de lo que se percibe, ya que el plano astral sigue siendo un plano inferior de muchos engaños y espejismos.
Asura. Dioses y demonios no diferenciados en los orígenes en cuanto que en los tiempos prevédicos no había distinción entre el bien y el mal, entre demonios y dioses. Aquél que no sigue las enseñanzas de las Escrituras y cuya única meta consiste en disfrutar continuamente de los placeres de este mundo. Ser demoníaco que abiertamente se opone a los principios de la religión y a Dios.