Videncia natural, videntes de nacimiento, buena vidente, Médiums espiritistas,
Las reencarnaciones
son programadas por equipos, en etapas, y, normalmente, aquellos ‘clanes’, en
los cuales realizamos nuestra evolución, casi siempre retornan con los mismos
vínculos. Si, por ventura, yo perjudico a alguien que no me está vinculado, me
uno a este alguien. En la próxima reencarnación yo podré volver ligado a él,
sin embargo, mis vínculos con los seres queridos prosiguen y podré
reencontrarlos, no en el cuerpo, sino a través de las afinidades, en el Mundo
Espiritual. ¿Cuántas veces encontramos a alguien, fuera de nuestra
consanguinidad, por quien pasamos a nutrir un afecto inmenso? Y decimos – me
gusta más fulano, con quien no tengo vínculos carnales, que de mengano, junto a
quien me encuentro físicamente reencarnado. O – confío más en alguien que no
conozco, que en aquel que vive en la intimidad de mi familia. Es que aquel ser,
de quien estamos separados por ataduras materiales, es un amor del pasado, como
en el sentido opuesto, un adversario del pasado.