Las Plantas en LA
MAGIA
Ya sabemos que los orígenes de la magia se remontan a
tiempos remotos, cuando el hombre primitivo, estaba sujeto para su
supervivencia al mundo natural y a los seres vivos que le rodeaban.
Es por este motivo que no puede resultarnos extraño el hecho
de relacionar animales y plantas para rituales, así como también lo hace la
ciencia y la medicina.
Los primeros magos de la historia, los chamanes, decían
tener la habilidad de volar, capacidad extraordinaria que podríamos explicar al
consumo de las llamadas plantas mágicas, setas, hongos, etc. con propiedades alucinógenas.
Era frecuente, pues, transformar estos ingredientes en ungüentos
que al ser frotados contra el cuerpo, pasaban de la piel al riego sanguíneo,
provocando así, la sensación de ingravidez o el trance.
Entre las plantas mas valoradas para este fin, se encuentra
la cicuta, la adormidera y la belladona.
La cicuta es un veneno cuya popularidad es debida a su
utilización para el asesinato de el filosofo Sócrates.
La belladona y la adormidera son fuertes narcóticos.
De haberse administrado por vía interna, este ungüento hubiese resultado letal.
Otra teoría es la de la epidemia del “baile de san Vito”, enfermedad producida por la ingesta de
trigo o pan infectado por un hongo con ergotamina, con consecuencias alucinógenas.
Esta teoría data de la Edad Media ,
cuando la brujería y los casos de “vuelos” eran “Vox populi”.
Se creía por esto, la capacidad mágica de que las plantas podían
provocar pasión o amor a quienes hacían uso de ellas.
La mayoría de las plantas mágicas del amor, son relacionadas
con la diosa Venus, y como el Sol entra en Libra que es su signo, en le mes de septiembre,
muchas de estas plantas se relacionan también con este mes.
La flor más común y relacionada con el mes de septiembre
según los herbarios es la rosa. A Venus se le ha relacionado siempre con esta
flor, la flor del amor, pues es la diosa de la sensualidad y el romance.